Las ganancias obtenidas por la venta de un inmueble situado en España pueden ser muy elevadas. Especialmente cuando el inmueble fue comprado hace 20 años o más.
Recientemente un cliente del despacho ha vendido su apartamento en Mallorca por 365.000 euros. Lo compró en 1988 por aproximadamente 39.000 euros (6,5 millones de pesetas).